El Camino del Aire

El deseo como brújula
Hay una edad donde todo es impulso.
La vida es promesa, es búsqueda, es todavía no.
Las preguntas son muchas, las certezas pocas, y el vértigo… constante.
Querés hacer, tener, ser, experimentar, lograr, entender.
Y eso está bien.
Estás vivo. Estás despierto.
El deseo es energía, es motor, es chispa.
Pero el deseo también puede ser confusión.
También puede volverse laberinto.
También puede gritar tanto que no escuchás lo que ya sabés.
El Camino del Aire no propone apagar ese deseo.
Propone mirarlo con lucidez.
Usarlo como brújula, no como amo.
Y, en el momento justo, aprender a soltar lo que ya no lleva a casa.
Etapas del Camino del Aire
- La explosión de los posibles
• Todo está por hacerse
• El mundo parece infinito
• El riesgo es perderse en ese exceso - El deseo como máscara y como espejo
• ¿Qué quiero realmente?
• ¿Y qué quiero solo porque aprendí que debía quererlo? - La ansiedad de ser alguien
• La necesidad de definir una identidad clara y valiosa
• El temor de “no estar a la altura” - La comparación como ruido de fondo
• El éxito ajeno como medida personal
• Redes, méritos, validación externa - La primera renuncia lúcida
• El momento en que algo no se obtiene… y no duele
• Porque entendés que no era tuyo
• Porque empieza a importar más estar en paz que tener razón
Camino del Aire – Camino del Fuego – Camino del Agua – La Tierra, el Templo